Faraján Cuentos
*¿SABIAS POR QUE EL AMOR ES CIEGO ?.*
José Barragán Gutiérrez-Faraján-
(Este cuento lo escuché en Faraján a mi abuela Anita “La Rojas”, que a su vez lo escuchó de su padre: Papa Rojas, quien todas las Semanas Santas se vestía de Apóstol y cuando murió, también fue amortajado de apóstol.Dicen y cuentan, que tras la Creación, en un momento de descanso, Dios estaba muy aburrido y entonces quiso reunir en un lugar todos los sentimientos del hombre. Así que un día, al principio de los tiempos, convocó Dios en la Tierra todos los sentimientos del hombre : La bondad, la cobardía, la duda, los celos, el egoísmo, el aburrimiento, la soberbia, la avaricia, la locura, el amor, el desprecio, la injuria....Todos estos sentimientos estaban reunidos esperando a que Dios llegara... pero pasaban las horas, las horas y más horas... los días y los días....y Dios no aparecía ni se presentaba.Así que el aburrimiento comenzó a bostezar y cuando dio 8 o 9 bostezos, la locura propuso a los demás sentimientos jugar al escondite e hicieron un corro... comenzaron a darse la “chinita” para ver quien se quedaba, extendiendo sus brazos y con sus manos cerradas.En fin... que le tocó a la locura quedarse y contar hasta cien mientras se escondían los demás sentimientos. Con las manos sobre los ojos y apoyada en un árbol y en voz alta comenzó a decir: ¡Cuento hasta Cien y allá voy...y el que no se haya escondido, tiempo ha tenido!En fin... que ellos se esconderían y la locura los buscaría y tendría que encontrarlos ; sin embargo, la cobardía dijo que ella no jugaba porque tenía miedo y que prefería no arriesgar ; la soberbia dijo que era un juego tonto...pero en realidad tenía envidia por ella no haber propuesto el juego. Así pues...la locura empezó a contar: 1, 2, 3... y los demás sentimientos empezaron a esconderse.La primera en esconderse fue la pereza en una piedra cercana; el triunfo o éxito se subió a la copa de un árbol y la envidia a su sombra ; la duda no sabía donde esconderse e iba de aquí para allí y de allí para acá ; la generosidad no se escondía porque pensaba que todos los escondites eran buenos, que lo importante era jugar con sus amigos y amigas. Los celos se escondieron detrás de un seto y sólo hacían acusar, crear dudas, hacer trampas, juzgar...de lo inseguros que eran. La pasión y la lujuria se refugiaron en los volcanes más activos; la soledad se escondió en el fondo del mar, la esperanza en un atardecer, la tristeza entre los barrotes de una jaula que por allí había...Se oía a la locura: 54, 55, 56, 57... y la duda seguía dando vueltas de aquí para allá y el amor aun no sabía donde esconderse. Y cuando la locura iba contando por: 90, 91, 92, 93... El amor vio un rosal y pensó que era el mejor sitio para esconderse. Así que oyó a la locura contar: 98, 99, 100 ¡ el que no se haya escondido... tiempo ha tenido ! Y la locura comenzó a buscarlos y a pillarlos; a la primera en encontrar fue a la pereza que estaba sentada a dos pasos en una piedra cercana ; la segunda a la duda que estaba apoyada en un muro porque no había decidido dónde esconderse ; luego encontró a la pasión y la lujuria porque hacían vibrar y echar lava y fuego a los volcanes; posteriormente el triunfo y cómo no a la envidia porque siempre está a la sombra del triunfo...Y así poco a poco los fue encontrando y pillando a todos, pero le faltaba el amor. ¿Dónde estará? y por más que lo buscaba y rebuscaba no lograba encontrarlo. Cuando la locura se iba dando porvencida, ésta vio un rosal.... cogió una rama seca y empezó a zarandear, dar palos y mover el rosal y tan sólo escuchó un grito desgarrador. Sin querer... la locura había clavado las espinas del rosal en los ojos del amor y lo había dejado ciego.¡Mis ojos...ay mis ojos! Salió llorando el amor, con las manos puestas en los ojos por culpa de la imprudencia inconsciente de la locura. La locura le pidió disculpas y un millón de veces, le rogó la perdonase. La locura...lloró, lloró y lloró y decidió por su imprudencia ser el lazarillo del amor para el resto de los tiempos.Cuentan... que desde ese momento de aquel día, el amor es ciego y ese amor ciego siempre, siempre... va acompañado de la locura.Por eso dicen.... que si algún día el amor recobra la razón, es porque ha muerto o está a punto de morir. José Barragán Gutiérrez.
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- Zanjuaniegas (Discusión |contribuciones) [1]
