"Ebook del I Concurso Wikanda"

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NECRÓPOLIS TARDOANTIGUA (Ss. del IV al VIII). Finca Ochavillo, Céspedes. Hornachuelos, Córdoba. Esta necrópolis se descubrió a raíz de la construcción por parte de Diputación de un depósito de agua potable para abastecimiento a la población de Céspedes en 1989. Está ubicada en una loma a unos 400 m. de la citada aldea, en tierras del Cortijo de Ochavillo. Dicha obra dejó al descubierto una serie de sepulturas de inhumación que formaban parte de una necrópolis. Se llevó a cabo una primera excavación arqueológica de urgencia dirigida por el arqueólogo Juan Francisco Murillo Redondo, quien estimó que la superficie excavada representa una quinta o una sexta parte del total. La mayoría de las sepulturas están orientadas al Este y excavadas en las calizas miocénicas; parte de ellas tienen las paredes revestidas de lajas de piedra, también utilizadas como cubiertas. Sólo algunas tenían ajuar funerario, consistente en un jarrita piriforme de arcilla, con cuello corto, labio con pico y asa. Podemos citar como elementos excepcionales encontrados un vaso de vidrio, un recipiente broncíneo y un broche o hebilla de cinturón. Se observa que las sepulturas fueron reutilizadas. La necrópolis situada entre el río Guadalquivir y la conocida como Dehesa del Zurraque, es una de las comarcas agrícolas más ricas de la Península ibérica desde la Antigüedad. Está constatada la existencia de numerosas villae romanas, grandes explotaciones agrícolas, cuyos excedentes se exportaban a Roma utilizando el río Guadalquivir, considerado como la autopista del mundo romano en La Bética. Así mismo, a ambos lados de la orilla de este río, muchos alfares dan fe de la fabricación de ánforas para el transporte del aceite, el trigo y demás productos, destinados a abastecer la capital del Imperio como atestiguan los restos del Monte Testaccio en Roma. Al final del Imperio Romano y tras su caída, con la llegada de los pueblos germánicos, a la vista de los restos encontrados, la necrópolis continuó hasta principios del siglo VIII. Con la invasión islámica, que produjo el fin del reino visigodo, dejó de utilizarse. Los propietarios de la finca decidieron urbanizarla en 2007. Por lo que se llevó a cabo una segunda excavación dirigida por María José Asensi Llácer. En total se contablizan 106 tumbas excavadas. También se ha descubierto un suelo de cabaña calcolítico que nos demuestra que, al menos, existía presencia humana en esta zona desde hace 3.000 años a.C.

Artículo escrito por Óscar Morales, vicepresidende de la Asociación de Defensa del Patrimonio de Hornachuelos Ibn Marwan.

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