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Plaza General Castaños (Bailén)

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La Plaza General Castaños ha sufrido bastantes modificaciones a lo largo de su historia, pero siempre ha sido el centro neurálgico de Bailén. Rodeada de naranjos (por la que también fue conocida como "plaza de los naranjos") y presidida en su centro por una estatua de la Diosa Iberia, regalada por Isabel II al Pueblo de Bailén, ésta se encuentra en una fuente que acaba de ser restaurada.

Todos los bailenenses conocen la Plaza General Castaños como "El Paseo" porque antiguamente era la zona de paseo de los habitantes de la localidad.


La plaza en la década de 1950

En los años 50 existía un bar que le llamaban El Majuelo y sacaban los veladores al paseo para que sentaran a tomarse un refresco, una gaseosa o un vermut, que es lo que había en aquella época. La plaza no estaba embaldosada ni asfaltada, sino que estaba en terrizo, y por las tardes regaban el suelo para que no hubiese polvo. También estaba el salón de la musica, de forma hexagonal, y la gente se paseaba por allí, dándole vueltas y vueltas hasta que se hartaban y se iban a su casa.

También se encontraba en la plaza un almacén de yeso y cemento, y también de bebidas y también metían los animales de labranza y carros y demás aperos de labranza en las naves que había alrededor de la plaza.

Entre la calle Sebastián Elcano y la Calle Arroyo, que nacen en la Plaza General Castaños, se encontraba la casa de Correso que tenía una verja de hierro muy bonita en su fachada delantera.

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