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Antonia Salgado

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Nombre

Antonia Salgado, la portuguesa

Fecha de nacimiento

Lugar de nacimiento

Lisboa

Profesión

Miembro del Partido Comunista, Comité de defensa de la República



Antonia Salgado había nacido en Lisboa, por lo que era conocida en Utrera con el apodo de “La Portuguesa”, lugar al que se trasladó probablemente para trabajar en las obras del pantano del Águila al igual que hicieron otros compatriotas suyos. Según quienes la trataron, Antonia era de cuerpo ágil, mirada penetrante, todo nervio, tenía amplia cultura y formación, perteneciendo políticamente al partido Comunista. Al conocerse en Utrera el golpe militar del 18 de julio las fuerzas políticas y sindicales de la localidad decidieron constituir un Comité, para hacerse cargo de la organización y defensa del pueblo a favor de la República. Antonia formó parte del mismo como representante del PC.

Durante los días siguientes participó en actividades por las calles revisando las guardias y parapetos montados por los milicianos, acudiendo a los lugares donde se producían algún acontecimiento, acompañando a los grupos que pretendían detener a significados derechistas o reunida con los miembros del Comité en la planta alta del Ayuntamiento entre los días 23 al 25.

El lunes día 20 por la mañana, junto al municipal Sandoval, pretendió arrestar a Enrique Álvarez Rodríguez lo que no consiguió al huir éste previamente. El día 24 se encontraba en el vestíbulo de la Casa Consistorial junto a otros milicianos cuando un grupo llegó a la plaza con el líder local de las milicias de Falange Juan González Nandín, presenciando como fue tiroteado en ese lugar; por la tarde acudió a la casa del líder de Renovación Española Cristóbal Romero Martel, al que pretendían detener los milicianos por lo que su casa fue incendiada y asesinado junto a sus hijos. Antonia Salgado recogió a la esposa de Cristóbal Romero, su hija y una familiar, acompañándolas hasta la casa de enfrente mientras daba orden de que no se les molestase, ni hiciese ningún daño a las mujeres.

Con la llegada de las tropas sublevadas a Utrera el 26 de julio, Antonia huye en dirección a Morón donde se incorpora a la lucha en los alrededores, hasta que perdida toda posibilidad de recuperar la localidad huye hacia Ronda.

En Ronda se reúne con otros utreranos refugiados, participando en distintas actividades. A finales de mes tomó parte en la detención del significado propietario utrerano Francisco Molina y su criado, que posteriormente fueron el primero fusilado y el segundo encarcelado.

Ante el avance de las tropas golpistas se le encarga a Antonia Salgado, junto a otro miliciano, la voladura de un puente al paso de la columna militar. Tras tender la conexión eléctrica a la carga de dinamita, Antonia, vestida con mono azul y correaje, acciona el interruptor volando parte de la carretera. En la refriega posterior fue alcanzada por disparo de ametralladora, por lo que su compañero acudió para auxiliarle, pero ante la gravedad de la herida fue la misma Antonia quien le dijo que se marchara y la dejase sola, siendo capturada por los requetés quienes pretendieron que el capellán la atendiese espiritualmente durante la larga agonía producida por una herida en el vientre, antes de rematarla con una ráfaga.

El hecho bélico y su posterior muerte fue recogido por el jesuita Bernabé Copado, capellán castrense, en su libro Con la Columna Redondo: combates y conquistas: crónica de guerra, publicado en 1937 y por el periódico malagueño El Popular, en su edición del viernes 25 de septiembre de 1936 con el título “Ha muerto una mujer”.


Referencia

  • Datos extraídos del libro Utrera 36. Ocupación militar y represión. Autorizada su inclusión por los autores (José Arriaza y Javier Castejón) y el editor (Muñoz Moya Editores)

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