"Ebook del I Concurso Wikanda"

Calle acequia (Lobras)

De Wikanda
Saltar a: navegación, buscar


Lobras es un pueblo pequeño pero ciertamente muy bonito , tiene principalmente dos calles, una se denomina calle real y la otra calle de la acequia palabra árabe que conservamos. Esta acequia desde los más remotos tiempos se ha conocido como conducción de aguas para los riegos de la vega de este pueblo, como desagüe para las aguas pluviales tanto de la calle como de los terrados de las casas colindantes y para múltiples cosas más. La acequia comienza en la parte alta del pueblo bajo una balsa o alberca para almacenar las aguas de riego durante la noche, para consumirlas a lo largo del día en los riegos de las parcelas que se encuentran en toda la vega. Transcurridos unos doscientos metros desde la salida de la alberca comenzaba a atravesar el pueblo , descubierta, pasando junto a una fuente con cuatro caños de agua abundante y un pilar rectangular para dar de beber a las caballerías y demás animales que hasta hace pocos años todos los vecinos tenían para los trabajos agrícolas.

Junto a la fuente había un lavadero público, todavía existente,  con una longitud de unos diez metros y con un abundante chorro de agua donde se disputaban los primeros puestos, para disfrutar del agua más limpia y poder lavar mejor los trapos,  no habían lavadoras todo era sol, agua y  jabón, por lo que en algunos momentos podían transformarse en acaloradas discusiones.  

El resto de la acequia pasaba por la citada calle, al descubierto, excepto por los obligados accesos a las casas donde se habían colocado losas para tal fin, claro está era el lugar idóneo para arrojar toda clase de desperdicios, limpiar los orinales, arrojar los restos de matanza, la jamila de la almazara, a partir de ese momento el agua se convertía en insalubre y no era adecuada para el uso doméstico, por lo que todo el mundo tenía que ir a buscar agua limpia a la fuente, donde en ciertos momentos, particularmente por las tardes, se aglomeraba la gente para recoger agua y dar de beber a los animales.

La acequia trae todo tipo de recuerdos como nos dice la gente, de juegos para los niños y jóvenes, porque cuando no pasaba agua los chabeas  jugaban al escondite, alrededor de las casas había  zarzas y árboles que ya no existen, se construyó un pollete a cargo de las personas del pueblo que trajeron las piedras  con los mulos, cuando llegaban  las fiestas todos los vecinos  limpiaban las mesas y las  sillas en  la calle ,y también las farfollas el que no tenia para  ponerlas nuevas en su colchón.
La juventud actual no  sabe lo que es la farfolla, eso se usaba para rellenar los colchones , pues los que tenían un colchón de lana eran los  ricos. Había tramos de la acequia que estaba entubados con alcaduces (tubos de barro colorao) de los que aunque después de las reformas todavía quedan algunos. 
Actualmente se encuentra el consultorio médico donde antiguamente hubo un cementerio y  un salón  parroquial. 

El cementerio actual se ubica en la loma de la Ventilla, al lado de la carretera, donde se trasladaron los restos del otro cementerio. El salón parroquial fue construido en el año 1965 por los “peones de vecinos”, incluso el cura traía piedras con una burra que tenia, luego trajeron una televisión para que la viera todo el que quisiera puesto que no había todavía en las casas, también se celebraban bodas, comuniones y algún que otro baile. La ultima reforma de ésta calle fué en septiembre del 2005, las obras terminaron en marzo del 2006. Actualmente las casas habitadas tienen las fachadas llenas de flores como lo demuestra la fotografia.[[Imagen:Calle de la Acequia.jpg]]

Principales editores del artículo

Valora este artículo

1.3/5 (3 votos)