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Castillo de Arcos de la frontera

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Situación.

Se encuentra ubicado en el casco histórico de Arcos de la Frontera, pueblo que esta en lo alto de un peñasco y rodeado por 2 peñas, esta situación lo hacia infranqueable para el enemigo en caso de batalla.

La silueta del castillo asoma por lo alto del pueblo, junto a la Basílica Menor de Santa María de la Asunción.


Historia.

Arcos desempeñó un importante papel como defensa avanzada de Jerez, en los tiempos de predominio musulmán en la zona. Su magnífico emplazamiento, con dos profundos tajos que protegían sus flancos largos, facilitaba la defensa. Por breve espacio de tiempo, sus gobernadores formaron un pequeño reino taifa, que fue sometido muy pronto por Al-Mutamid de Sevilla. En el siglo XIII fue ocupada y perdida por los castellanos, conquistándola de nuevo Alfonso X el Sabio, en el año 1264, convirtiéndose en auténtica llave de la frontera por lo que sus defensas y su abastecimiento recibieron una especial atención. Este hecho caracterizó largo tiempo su existencia, prácticamente hasta la conquista de Ronda, con la que pasará a tener una importancia secundaria. Pero esto no se produce hasta el año 1485. Muestra de ese importante papel fronterizo es que el Concejo de Arcos recibió del rey Alfonso XI, en 1333, el permiso de arrendar libremente los pastos de su término para hacer frente, con los ingresos, a los cuantiosos gastos que ocasionaban las murallas de la población. Todavía en 1379 la situación no debía ser satisfactoria, ya que el Concejo de Sevilla concedía a los de Arcos las rentas anuales de "la tafurería y el almojarifazgo" de Matrera para la reparación de sus murallas, torres, alcázar y castillos de su término. En 1440 pasará a poder de los Ponce de León, cuyo principal representante será el primer marqués de Cádiz, Don Rodrigo, señor también de Jerez, donde hará reformas en el alcázar construyendo su torre del homenaje. Es una construcción realizada en tabilla, cal y canto, ladrillo y sillares, lo que nos indica las distintas fases de construcción y las varias reformas que ha sufrido. Su origen lo encontramos en el alcázar de sus reyezuelos taifas, edificación del siglo XI, muy modificada por las reformas cristianas y más aun con su transformación en residencia palaciega, papel que continúa teniendo en nuestros días, tras el desastre que supuso la ocupación de los franceses, que lo convirtieron en cuartel para sus numerosos soldados con las consiguientes adaptaciones para su habitabilidad y para su defensa con fuego fusilero. Hoy sus altas murallas destacan por encima de las casas de la población, con tres torres, la mayor de las cuales es la del homenaje. Tiene barrera al este y al norte y en la liza un granero. En su interior las construcciones se disponen en torno a dos patios. Hay profundos aljibes y las dependencias palaciegas, en muy buen estado de conservación, pues continua siendo vivienda de sus propietarios. Mantiene las almenas coronadas por pirámides. Del alcázar nacen las murallas de la población, muy deterioradas al haber sido usadas para apoyo de viviendas, conservando sólo escasos lienzos, algunas torres y una de las puertas. Del recinto amurallado, solo se conserva la Puerta de Matrera, que comunica el centro histórico con el Barrio Bajo.

== Puerta de Matrera ==

Fue clave en la defensa de la ciudad al Oriente y está constituida por cuatro torres, un cubo central y el flanqueo de un par de torreones del que solo subsiste el de la izquierda a la bajada, llamado la Torre de la Traición.

Fue reconstruida en el S. XVII y XVIII, desde ella pueden apreciarse restos de muralla encajonados entre las casas. Desde el exterior aparece un arco rodeado de viviendas, con una capilla de sencilla bóveda con linterna que guarda en su interior una buena talla, restaurada recientemente de la Virgen del Pilar. Leyendas. Infinidad de leyendas medievales se asocian a los muros y pasadizos de la fortaleza, como aquella, referente a la conquista de Arcos por Alfonso X, que narra cómo los cristianos se sirvieron para tomarla de un conducto oculto que conectaba el castillo con el río Guadalete, utilizado por las noches por una bella musulmana, señora de la villa, para bañarse en sus aguas, y por eso llamado «el baño de la reina». Otra historia legendaria relata el suceso de la favorita del reyezuelo musulmán de Arcos, quien, tras partir en una expedición, la había dejado encerrada en la fortaleza con provisiones para que aguardara su regreso, que nunca se produjo. Quedaría ya para siempre prisionera en la denominada «alcoba del amor», contándose que el espíritu de la infortunada toma en las noches de luna llena la forma de un buitre que vaga entre las almenas y los tajos. La mayoría de los habitantes de Arcos os hablarán del dragón que hay dormido en el interior de la peña de Arcos, y que, cuando despierta, hace sonar los acantilados. Debajo de la peña siempre se ha contado la historia de los pasadizos secretos de la ciudad, aunque nunca se ha logrado demostrar tales afirmaciones. Esta leyenda data de la época en la que los cristianos conquistaron Arcos a los musulmanes. Los cristianos estaban intentando encontrar un camino que los llevara hasta el castillo de Arcos, mientras que la reina musulmana estaba intentando escapar del asedio. Una noche, la reina pasó por los pasillos secretos con su bebé, y los cristianos escucharon el llanto del niño, encontrando así la forma de poder llegar hasta el castillo. Otra leyenda se refiere a dos de las torres del castillo de Arcos. El duque que vivía en el castillo tuvo una hija que estaba enamorada de un joven de una familia de clase inferior. El duque de Arcos no podía aceptar este enlace, por lo que encerró a su hija en una de las torres del castillo, mientras que el joven tuvo que ser asesinado en la otra torre para evitar el posible casamiento. Dicen que, ese día, dos palomas volaron de cada torre, y cuando los guardias entraron en la torre para liberar a la hija del duque, no estaba allí, ni tampoco el cuerpo del joven en la otra torre. Muchas personas de Arcos dicen hoy en día que aún se pueden ver muchas veces dos palomas revoloteando por los alrededores del castillo. Cuenta la leyenda que el fantasma de una mujer musulmana deambula por las almenas del castillo todas las noches de luna, en busca de su amante. Estado de conservación.

En el siglo XVIII este castillo tuvo que ser restaurado debido al terremoto de Lisboa de 1755.

Actualmente ha sufrido una restauración por el mal estado en que se encontraba. En su interior hay un Jardín con unas figuras de tortugas gigantes y rodeada por vegetación.


Propiedad y uso.

Es de propiedad privada.


Visitas.

El acceso está restringido.

== Protección. ==


Fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento (código: 110060009). Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.



Referencia Bibliográfica:

Todos los datos escritos han sido conseguidos en internet de los siguientes enlaces.

http://www.trivago.es/arcos-de-la-frontera-93890/castillo--palacio--murallas/castillo-de-arcos-156468/opinion-o102776

http://www.webdearcos.com/turismo/castillo.htm

http://www.castillosnet.org/programs/castillosnet.php?tip=inf&dat=cadiz/CA-CAS-017

http://www.arteguias.com/castilloscadiz.htm

http://www.sol.com/visorfoto.asp?IdFoto=3375&IdPoblacion=77

http://www.dondeviajamos.com/destino/arcos-de-la-frontera-en-cadiz

http://sobrecadiz.com/2009/06/10/leyendas-de-arcos-de-la-frontera/

http://turismoruralenarcosdelafrontera.wordpress.com/2009/12/23/castillo-de-arcos-de-la-frontera/

http://web.arcosdelafrontera.es/ayuntamientos-o2/export/sites/default/municipiosCadiz/arcosdelafrontera/espanol/menu/Turismo/Itinerario/puertamatrera.html

Las fotografías de dicho apartado desde la segunda a la última han sido realizadas por Jesús Moisés Pérez Caro el día 17 de enero de 2010.

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