De Alemania a La Carlota
En uno de nuestros viajes por la comarca fuimos a detenernos en la población de La Carlota, localidad cordobesa situada en el límite provincial con Sevilla. Durante nuestro paseo para conocerla, comenzó a llamarnos la atención, las características fisonómicas de algunos de sus habitantes, ojos azules, pelo rubio, piel clara. Esta coincidencia nos llevó a preguntar a un vecino, quien nos sorprendió con su relato, siendo el siguiente: ¡tenéis que saber que La Carlota fue colonizada por ciudadanos alemanes y flamencos!, de ahí vienen los rasgos tan característicos de algunos de sus habitantes.
Siguió con su relato: esto ocurrió reinando en España Carlos III por el año 1767, quien atendió las peticiones que le habían realizado para colonizar las zonas despobladas de Sierra Morena, trayendo para ello a los más pobres de esos países para que ocuparan terrenos inhóspitos y llenos de bandoleros. Desde allí trajeron a unos 6.000 colonos que fueron distribuidos por La Carolina, La Luisiana y La Carlota.
Una vez asentados en dichos lugares comenzaron a distribuirles porciones de terreno de unas 50 fanegas para cultivos de secano y regadío, cinco gallinas, cinco cabras, cinco ovejas, dos vacas y un cerdo. Junto a dicha entrega estaban exentos de pagar tributos durante 10 años y serían protegidos por un fuero especial, de ahí el Fuero de las Nuevas Poblaciones.
El cambio tan profundo que estas personas sufrieron, removidos de su país a un lugar desconocido, sufriendo un tremendo cambio en el clima al que no estaban acostumbrados, sobre todo por el calor de verano, enfermedades y los ataques de terratenientes a los que les habían quitado sus tierras para repartirselas a los colonizadores y encima estaban exentos de pagar impuestos, esto provocó que en los primeros años muchos de los desplazados hubieran muerto, por lo que tuvieron que ser sustituidos por españoles.
Poco a poco y a pesar de todos estos problemas La Carlota se fue afianzando como población, a esto también ayudó su situación ya que se encuentra en el camino que conduce a Sevilla y paso obligado en ese tiempo de las diligencias. Cuando se les suprimió el Fuero estas poblaciones entraron en crisis ya que se vieron obligadas a contribuir con el pago de impuestos como el resto, pero para entonces estaban consolidadas y su continuidad ya era imparable.
Esta sería la historia de esta localidad y el motivo de las características físicas de algunos de sus habitantes, pudiéndose también observar esta procedencia en un número bastante elevado de apellidos de procedencia alemana que llevan los foráneos de la localidad, como el mío Wals. Esto nos llevó a meditar la grandeza de nuestra tierra y el desconocimiento que tenemos de ella, ya que en cualquier rincón descubrimos algo nuevo e interesante.
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