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Estación de Ecología Acuática Príncipe Alberto I de Mónaco

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La Estación de Ecología Acuática Príncipe Alberto I de Mónaco situada en el Pabellón de Mónaco del Parque Tecnológico de la Isla de la Cartuja, se erige como centro de documentación y de estudio del Guadalquivir y cuyo acuario es un buen ejemplo de la flora y fauna de esta cuenca.


Localización

La Estación de Ecología Acuática se ubica en el antiguo pabellón que el Principado de Mónaco que se construyó con motivo de la Exposición Universal de 1992, en el Parque Tecnológico de la Isla de la Cartuja de Sevilla, Calle Leonardo da Vinci, 10


Historia

El pabellón se erigió con motivo de la Expo de 1992 destacando su acuario, ya que era el primer acuario en Europa que contenía un túnel que atravesaba la estructura del edificio. Su precursor fue el Príncipe Alberto I de Mónaco, al cuál debe su nombre la Estación de Ecología Acuática. Tras finalizar la Expo, Mónaco vendió simbólicamente el pabellón al Ayuntamiento de Sevilla (por una peseta) que lo convirtió en la sede del Departamento de Investigación y Desarrollo, y el acuario pasó a convertirse en una muestra del río Guadalquivir en cuanto a flora y fauna se refiere. La Estación de Ecología Acuática se constituye tras un convenio específico de cooperación entre la [Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (EMASESA)] y la [Universidad de Sevilla], con fecha de 19 de Abril de 1993. Para ello se creó un Acuerdo Marco de cooperación científica y técnica firmado el 3 de Octubre de 1991, por el cual ambas partes manifiestan su disposición para establecer una colaboración en los campos científicos y tecnológicos de interés común, incluyendo la participación en proyectos conjuntos, tanto de ámbito nacional como internacional. Desde entonces, EMASESA utiliza estas instalaciones para la educación ambiental, utilizando el acuario como una muestra de un ecosistema de agua dulce, y para investigación.


Colecciones y Principales especies

La organización del pabellón y su visita (de aproximadamente hora y media) comienza en el vestíbulo del edificio, el cual, conserva casi la misma estructura y decoración que presentó el Pabellón de Mónaco. Las paredes se encuentran decoradas con murales coloridos que reproducen paisajes de Mónaco y fondos marinos, al igual que durante la muestra universal, ya que el pabellón estuvo dedicado al Mediterráneo. Estos elementos están combinados con los nuevos contenidos introducidos por EMASESA como los paneles explicativos sobre especies de peces autóctonas del Guadalquivir y los diferentes objetos alusivos a la ictiofauna, que recuerdan al visitante que el objeto del Centro es el estudio e investigación de la biología propia de los medios dulceacuícolas.

A través del vestíbulo se accede al aula donde se proyectan dos películas: "El ciclo urbano del agua" y la "Ciudad sumergida", que abordan, desde la perspectiva ambiental, las actuaciones llevadas a cabo por EMASESA en la gestión del abastecimiento y saneamiento de aguas, así como diversos aspectos sobre los ecosistemas acuáticos del Guadalquivir.

Mediante un recorrido por las diferentes especies animales y vegetales que pueblan las aguas del Guadalquivir, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Atlántico, se da a conocer el ciclo natural del río.

La proyección se complementa con la información que se puede observar a través de los diferentes paneles explicativos sobre la morfología de las especies fluviales más características. Así el visitante puede conocer cual ha sido la evolución de las especies de peces propias del Guadalquivir desde el siglo pasado: qué especies existían, cuáles se pueden encontrar en la actualidad y cómo ha afectado la introducción de peces exóticos a la fauna nativa del río. Además se explica cómo Sevilla y el Río Guadalquivir han evolucionado conjuntamente desde la antigüedad. Esta sala también cuenta con una vitrina dedicada al esturión, donde se exponen fotografías antiguas de su pesca en el río Guadalquivir, así como las latas de caviar que se producían en Coria del Río, material donado por la familia Ybarra. En otra vitrina se exponen las cartas marinas de los viajes del Príncipe Alberto I de Mónaco, propulsor de la Oceanografía y los diversos materiales didácticos y publicaciones elaborados por EMASESA.


Usos

Acuario

La planta baja del edificio está conectada a través de un ascensor panorámico a la planta alta, donde se encuentra la parte superior del acuario. Una plataforma ofrece una imagen general de sus contenidos: la fauna y flora característica de los ríos andaluces. Este mirador se continúa con una rampa circular de 35 metros de longitud, que sumerge progresivamente al visitante en los fondos fluviales reproducidos en el acuario. Buena parte del acuario está acordonado con vegetación de ribera, de modo que el visitante al asomarse a él, se siente trasladado a la misma orilla del río, escuchando el chapotear de los peces, el canto de pájaros y el vuelo de los insectos. A la izquierda se pueden observar dos acuarios temáticos, que albergan especies de pequeño tamaño, incompatibles con las del gran acuario. Al final, se llega a un túnel de 13 metros de longitud y 2,5 metros de diámetro, construido en metacrilato, permitiendo introducirnos en el medio subacuático y disfrutar del movimiento de los peces sobre nuestras cabezas.

En el interior del acuario la reproducción del medio dulceacuícola se ha cuidado hasta el último detalle, para que los organismos que lo habitan estén lo más adecuados al medio posible. Ello permite, además, el estudio y conocimiento de las características del ecosistema fluvial, así como su empleo como herramienta didáctica para la identificación morfológica y hábitos de las distintas especies. En el acuario para que la similitud con el entorno exterior sea idéntica, se crea una turbulencia superficial del agua, rompiendo así la línea de agua, para que el visitante conozca la doble experiencia del ecosistema fluvial del Guadalquivir por dentro y por fuera. El acuario mantiene un número importante de los peces más representativos de la cuenca del Guadalquivir, que aunque con diferentes exigencias de medio, se mantienen bajo condiciones físico-químicas comunes. Algunas especies, como la trucha, pertenecen al curso alto del río, y otras a los tramos inferiores, como la lisa. Sin embargo en otras ocasiones, es el hombre el responsable de la introducción de peces exóticos que invaden todos los tramos fluviales.

Cada uno de los organismos presentes en el acuario, se desarrollan en su medio natural, en un rango determinado de condiciones. El acuario crea un nuevo ambiente donde se satisfacen los requerimientos de las especies representadas, manteniendo un equilibrio entre las características del agua de los tramos superiores e inferiores del Guadalquivir y, a su nivel estructural, una heterogeneidad espacial con la presencia de troncos, ramas y un lecho de arena y grava, que reproducen el hábitat natural de las diferentes especie.


Sede del Departamento de Investigación y Desarrollo

La planta alta del edificio alberga una biblioteca, una sala de vigilancia y control, un laboratorio de análisis biológico y las oficinas del personal técnico y científico de la Estación. Desde este centro se realizan estudios de control y mejora de nuestras fuentes de abastecimiento, considerando las características del medio físico y los organismos para hacer compatibles las necesidades de utilización con el mantenimiento de una mayor conservación y diversidad de los ecosistemas. En el desarrollo de estos trabajos participan universidades e instituciones vinculadas al conocimiento del ciclo del agua.


Instalaciones y mantenimiento

El acuario tiene una capacidad de 400.000 litros de agua dulce tratada a través de sistemas que regulan la calidad y temperatura del agua. La temperatura se conserva constantemente a 18º C mediante su paso a través de un intercambiador conectado al circuito de climatización general del edificio y constituido por cuatro compresores con una potencia total de 346.000 frigorías. Para poder mantener las características físicas y químicas del medio, la instalación cuenta con una línea de tratamiento biológico, filtración en arena, carbón activo y desinfección por iluminación ultravioleta. Una estación de bombeo permite recircular en una hora la totalidad del volumen de agua del acuario y del filtro biológico (420 m3), a través del circuito de tratamiento. Además, la instalación consta de un sistema de aireación de seguridad consistente en dos turbinas capaces de aplicar un caudal de aire de 100 m3/hora. Finalmente, las alarmas conectadas en toda la instalación, permiten un control y seguimiento continuo del estado y evolución del sistema de tratamiento.


Mapa de situación


Enlaces externos

  1. EMASESA.
  2. Estación de Ecología Acuática
  3. la Estación de Ecología Acuática Príncipe Alberto I de Mónaco

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