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Francisco Flores Arrocha

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Francisco Flores Arrocha

Propietario de ganado, con varios pastores a su cargo, y casado con María Gil, su vida como bandolero se inicia en 1931 cuando intenta comprarle a su suegro una finca conocida como “La Mentirola”. A pesar del parentesco, el suegro se niega a venderle el predio y opta por cerrar la venta con un primo de Flores Arrocha llamado Salvador Becerra Flores. Esta finca se la había prometido su suegro a Flores 12 años antes, por lo que el proceder al venderla no fue el correcto, y más cuando era enemigo de la familia. No obstante, Becerra le cedió el trato a Flores, vendiendo éste parte de su ganado para pagarle a su suegro y el doble de la señal a Becerra. Una vez vendido, Becerra se desdice y sigue con el trato de la finca; a su vez, el hermano de Becerra le quita todos los pastos que Flores tenía arrendados, alegando al propietario que Flores ya no tenía animales, cosa que era incierta, pues le quedaba una parte. El plan era arruinar a Flores y echarlo de las inmediaciones de la finca.

A todo esto, Flores Arrocha jura vengarse y, en septiembre de 1931, se dirige armado a la casa de su primo y, tras discutir con él, dispara hiriéndole y por error, debido a la mala visibilidad, mata a la hija menor de este que le acompañaba en ese momento.

Flores Arrocha, perseguido por la justicia no tiene otra salida que “echarse al monte”, junto a un sobrino llamado Pedro Flores y apodado “Cerrerías”, donde se enfrenta en diversas ocasiones con la Guardia Civil.

Entretanto el herido se recupera de sus heridas y dado que Flores Arrocha ha jurado acabar lo que no había podido terminar, la Guardia Civil somete a una especial vigilancia el entorno físico y familiar de Salvador Becerra.

El 7 de diciembre de 1932 aprovechando que los efectivos de la Guardia Civil de la comarca son reclamados para sofocar un tumulto social que había estallado en Benahavís, y alegando que los Becerra eran tres hombres armados y Flores uno, Flores Arrocha y su sobrino se acercan a la finca origen de la disputa y matan a Salvador Becerra y a su mujer, uno de los hijos quedó herido, siendo rematado por su sobrino Pedro. El otro, al que Flores le procesada especial aprecio, lo deja en libertad. Este avisa al resto de Becerras, que se someten a un encierro y se libran de una muerte segura. Esto es así, porque Flores y su sobrino estaban dispuestos a matar a todos los Becerra mayor de edad. Las dos niñas pequeñas de Becerra quedaron solas en la casa , y Flores mandó a su cuñada a recogerlas para que no murieran de frío. Tras reconfortarlas y darles de comer, al día siguiente la cuñada apodada "la Jorasquina" las entregó a su tío Francisco Becerra.

La gravedad y crueldad de los hechos refuerzan los intentos de captura y a finales de diciembre se recibe una confidencia por parte de uno de los Becerra en el cuartel de la Guardia Civil de Parauta situando a los proscritos en una zona conocida como la “Majadilla de la Sierra”. Hacía allí se dirigen el jefe del destacamento, el cabo Lanzas, y los seis guardias del puesto a quienes en el camino se unen tres más del puesto de Igualeja.

Tras localizar a los fugitivos, el 31 de diciembre de 1932, se entabla un intenso tiroteo que se salda con la muerte del guardia Teodoro López y del propio Francisco Flores Arrocha. Éste, cubrió a su sobrino para que se salvara, y aguantó hasta que se le acabó la munición y fue abatido. Fue sonado, que se produjera tanto revuelo de la Guardia Civil para capturar a un solo hombre. Hay que considerar, que antiguamente, las personas no tenían la posibilidad de viajar, y arrebatarle su ganado y finca, como quisieron los Becerra, hizo que Flores Arrocha no encontrará otra opción.

Libro titulado "La verdad sobre el bandolero Arrocha y sus compañeros"

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