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Hinojales, tradiciones y costumbres.

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Fiestas y costumbres populares de Hinojales

Hoy, con más animo que tiempo, me he puesto ha escribir a la vez que recuerdo, algunas antiguas costumbres y fiestas de mi pueblo, si me pongo a escribirlas es para que algunos las recuerden y otros las han vivido las conozcan. Como ya he dicho estas costumbres eran y son festivas, algunas por circunstancias sociales ya han dejado de celebrarse, como es la fiesta de los quintos ya que la mili desapareció de nuestros calendarios, otra como la fiesta de los campanillos o como aquí se llama la campanilla se celebra muy esporádicamente y dependiendo de las circunstancias y la última que quiero comentar es la Fiesta de Todos los Santos o los Tosantos.

Las fiestas de los quintos

Cada año los jóvenes del pueblo se tallaban (como también era llamada) eran los jóvenes que al año siguiente irían a hacer el servicio militar, pues bien estos jóvenes se reunían el segundo domingo del mes de marzo e iban al Ayuntamiento del pueblo donde el Sr. Alcalde les medía y les pesaba (la talla) pero la fiesta comenzaba la noche anterior, la noche del sábado, cuando estos se juntaban con amigos y familiares, casi siempre hombres, y junto con cualquier instrumento que reunían como trompetas, tambores, cornetas etc. Salían por las calles del pueblo cantando y bebiendo cualquier cosa que conseguían (vino, licores,...) parando en las ventanas de las chicas, de todas las que había en el pueblo, se pasaban la noche cantando canciones picantes, con malas letras y buena intención y enlazaban la noche del sábado con la mañana del domingo, día de la talla y día de los quintos, después todos juntos, jóvenes y no tan jóvenes se iban (nos íbamos) al campo y nos hartábamos de comer, beber y cantar a costa y en honor de los quintos. Una fiesta entrañable ya que los quintos, chavales de este pequeño pueblo eran amigos, cuando no familiares, de la mayoría de los asistentes. Esta fiesta se está intentando recuperar ahora con mayor alegría ya que los jóvenes no tendrán al año siguiente que irse a la mili.

La Campanillá

Fiesta de las más divertidas y celebradas en el pueblo, aunque seguro que a algunas personas no les hace tanta gracia (a los implicados). La fiesta se celebra cuando una pareja se separa y vuelven a reconciliarse, la reconciliación da lugar a la fiesta, también se celebra esta fiesta cuando se vuelve a casar o juntar un viudo o viuda con otra nueva pareja o un separado. De alguna forma, nunca se sabe cómo, alguien se entera de que la nueva pareja formada estáa en el pueblo en una misma casa y piensan dormir juntos, por muy en secreto que lo lleven. Al rato se escucha sonar una caracola que va avisando del acontecimiento, los vecinos del pueblo comienzan a juntarse y sacan sus viejos campanillos o cencerros y hacen una colecta para comprar bebidas, salen como en procesión por las calles del pueblo haciendo sonar los campanillos con un ruido atronador y cantando cuantas canciones atrevidas e inventadas sobre la marcha que se les ocurre, se dirigen a la casa de la nueva o reconciliada pareja y allí se quedan hasta que estos dan la cara y les invitan o hasta que se aburren de cantar. En esta fiesta se lo pasan bien desde los pequeños hasta los mayores, te puedes encontrar cantidad de gente en bata o pijama ya que en su recorrido por el pueblo se va sumando gente que ya estaba acostada y se levantan para la ocasión. Es una de las cosas más divertidas que pasa muy esporádicamente en mi pueblo.

Los Tosantos

Quizás las más antigua de las costumbres, se hace para venerar a los difuntos (día siguiente al de Todos los Santos). Seguramente en su origen el significado sería diferente y esto se haría más por necesidad que como ahora que es puramente festivo. El día 1 de noviembre, día de Todos los Santos, a eso de media mañana los jóvenes del pueblo ataviados con una campanilla y un cesto enorme recorren las casas del pueblo, al voz de: “La Santa Paz” hacen sonar la campanilla y llaman a la puerta de todas las casas del pueblo pidiendo “la santa paz”, que no es otra cosa que frutas, dulces, chucherías etc, algo para llenar el cesto (que a veces son varios cestos) desde refrescos hasta chorizos o pan. Llenan el cesto con el consiguiente regocijo ya que después de recorrer todo el pueblo van hacia la iglesia, suben al campanario y allí se comen entre todos todo lo que han recaudado al mismo tiempo que hacen sonar las campanas en señal de duelo (es decir doblando) para recordar que al día siguiente es el día de nuestros añorados difuntos. Fiesta para los jóvenes que disfrutan con su recorrido y su comilona, y día triste para los mayores ya que casi todos han perdido a alguien en el camino.

Espero que os haya gustado este recorrido por las costumbres de mi pueblo que he hecho con mis mejores deseos.

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