Juventud de una lantejonense
Manuela: (La Lantejuela, Sevilla)
Cuando yo tenía 14 años me iba a trabajar a los cortijos para quedarnos allí de noche. Íbamos una cuadrilla de niñas de 15 o 20 muchachas todas de esa edad más o menos; dormíamos todas juntas en una habitación grande o en un zoberao del cortijo.
Por la mañana nos íbamos a trabajar sin desayunar; cuando llevábamos dos horas trabajando, nos llegaba el desayuno, que era una sopa de ajos, y ya hasta el mediodía que nos comíamos un cocido de garbanzos con añejo y tocino; por la noche, un potaje de habichuelas.
Pero lo pasábamos bien, porque de noche hacíamos fiestas y bailábamos todas, teníamos una amistad muy bonita eso hoy se echa de menos. Lo mejor era cuando veníamos a casa a los 15 días, veíamos a la familia y a los novios, veníamos montadas en el remolque cantando con toda la ilusión del mundo, deseando de llegar al pueblo.
Principales editores del artículo
- Kadenas (Discusión |contribuciones) [1]
- Fátima (Discusión |contribuciones) [1]
- Miche (Discusión |contribuciones) [1]