"Ebook del I Concurso Wikanda"

RAZA PAJUNA

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El término "pajuno", bajo el punto de vista ganadero, es equivalente a poco seleccionado, de calidad inferior, o ganado propio de montaña, de ahí su denominación de Raza Serrana, nombre por el que se conocía años atrás. En las comarcas de la Axarquía, Hoya de Málaga y Serranía de Ronda es conocida también como Raza Castellana, si bien esta raza no es originaria ni tiene vinculación con Castilla.

Existen varias teorías acerca el origen de la Raza Pajuna, considerada entre las razas denominadas "Serranas". La hipótesis con más peso es aquella que la hace derivar de los bovinos del Tronco Africano del Atlas, muy posterior a la entrada del Tronco Rojo Convexo. Algunos investigadores consideran la raza descendiente del Bos Taurus Primigenius; mientras que otros argumentan que procede del tronco ibérico. Está catalogada como Raza en Peligro de Extinción.

Caracteres generales.

Su morfología se corresponde a la de un biotipo ambiental propio de zonas de montaña: perfil recto, proporciones medias, eumétrico, poca masa y buen hueso, con machos adultos que pesan un promedio de 600 Kg. y hembras de unos 375 Kg.

Capa castaña oscura, con intensificación pigmentaria periférica, de forma que las partes distales se oscurecen notablemente, siendo característica la orla plateada alrededor del morro, así como el listón o decoloración a lo largo del raquis.

Distribución geográfica.

La raza Pajuna se encuentra dispersa por diferentes zonas de montaña de la geografía andaluza. Principalmente, en Sierra Nevada, Serranía de Ronda, Sierra de Grazalema y Sierra de Cazorla. Además, se hallan determinados núcleos en el Bajo Guadalhorce (Málaga) y en el litoral de las provincias de Almería, Granada y Málaga. Se estima que se crían en pureza el 10% del total del censo de ejemplares de la Raza.

Características productivas y sistemas de explotación.

Se considera raza de carne-trabajo, presentando los siguientes tipos comerciales. Por un lado, el ternero pastenco, de 150 a 170 Kg. de peso vivo a los 5-7 meses de edad, que es considerado el producto típico de la vacada de montaña. Por otro, en la zona del litoral la producción oscila desde el ternero lechal al añojo, e incluso al novillo. Cada vez es más reducida su utilización como animal de trabajo.

El sistema de explotación es el extensivo, caracterizado por el pastoreo permanente sin más recursos que los que proporciona el campo, exceptuando el ganado que se encuentra en la zona costera. Se desenvuelve, principalmente, en la montaña seca, de climatología adversa y vegetación de escaso valor nutritivo. Resalta la extraordinaria rusticidad y sobriedad de estos animales. En ocasiones, está obligada a buscar la subsistencia en lugares más próximos donde la alimentación es más favorable, por lo que en invierno se desplazan muchos de sus efectivos a Sierra Morena (trashumancia horizontal).


En el aspecto reproductivo, hay que señalar su periodicidad sexual algo tardía, apareciendo su primer celo hacia los 20-22 meses de edad. La cubrición se hace en libertad, procurando siempre que los nacimientos no tengan lugar en la época de trashumancia o próxima a ésta. Las vacadas de cría extensiva tienen un particular mercado, para yuntas como animales de trabajo en pequeños predios.

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