"Ebook del I Concurso Wikanda"

Torres de la aduana la carolina jaen

De Wikanda
Saltar a: navegación, buscar

TORRES DE LA ADUANA



Torres de la Aduana de La Carolina.jpg.jpg

'Las Torres de la Aduana' señalan al viajero la entrada a la ciudad.

  Son un simple adorno a la entrada de nuestra ciudad, según se viene de Madrid. Se construyen otras dos torres más una a cada extremo de las avenidas Juan Carlos I y de Las Huertas. 
   A Olavide le sucedió Ondeano, cuyo gobierno fue espléndido y consolidó las colonias. Elabora disposiciones gubernativas, muchas encaminadas a la mejora de la agricultura. Dicta leyes para proteger la vegetación natural. Dicta normas sanitarias. Realizó muchas obras y mejoras. Amplió la Iglesia, que excepto por la torre, construida en 1900 quedó prácticamente igual que en la actualidad. También amplió el Palacio de  Olavide. 


La Carolina está considerada como el mejor y más completo ejemplo de urbanismo español de la época de la Ilustración. Un plano en cuadrícula, con grandes perspectivas y ejes axiales, salpicado con plazas circulares, rectangulares y poligonales. La racionalidad del proyecto se intensifica con la uniformidad estilística de sus fachadas, con jardines delanteros, que se van situando de forma que configuran un cambio de anchura y perspectivas. Un plano muy avanzado para su tiempo en el que se incorporaban todos los recursos y avances del urbanismo barroco y neoclásico.


El casco urbano de La Carolina cuenta con un patrimonio artístico estimable. De él destaca la iglesia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVIII. En ella se encuentra una valiosa imagen de la Virgen de los Dolores del siglo XV.



Virgen de los Dolores de La Carolina.jpg


Otros lugares a visitar son el palacio del Intendente Olavide, con fachada de estilo neoclásico, o la antigua cárcel, del mismo estilo arquitectónico. Además, como muestra de la antigua fortaleza quedan las torres de la Aduana. El eje mayor se abre en las Torres de la Aduana, dos torrecillas de piedra con chapitel puntiagudo que señalaban la entrada de la ciudad. Dan paso a una plaza elíptica, evocadora del barroco francés, para continuar en calles rectilíneas y plazas que realzan la presencia del Ayuntamiento, de corte ecléctico decimonónico, el Palacio, la iglesia, la Cárcel, entre manzanas de antiguas viviendas de colonos y restos de instalaciones industriales, como la geométrica torre de la Fundición.



Principales editores del artículo

Valora este artículo

2.0/5 (4 votos)